martes, 12 de junio de 2012

RESUMEN FRANQUISMO


Os dejo el resumen de la unión de las dos partes del franquismo que vimos en clase. Mucho ánimo para esta recta final. Para cualquier duda final podréis encontrarme en el instituto. Suerte!!!

EL FRANQUISMO

INTRODUCIÓN

Tras el fin de la guerra civil, comenzó una de las etapas más largas de la Historia de España. El general Franco ejerció el poder desde 1939 hasta su muerte en 1975.
Dentro de los muchos aspectos que se pueden señalar hay 6 grandes ideas presentes en todo el régimen.
  • Una ideología inspirada en la Falange, que llevó aparejada la prohibición de otros partidos políticos.
  • Una religión y enseñanza católica, sin concesiones al resto de credos.
  • Una sola información derivada de la prensa oficial y los púlpitos de las iglesias.
  • Una cultura y un arte alejados de asuntos políticos o morales.
  • Una sociedad sumisa, con miedo al estallido de cualquier tipo de conflictos.
  • Un estado centralista que identifica la Historia del país con el imperio español, suprimiendo las autonomías.
 Pese a ello, en tan largo periodo, el país sufre una evolución que marcan las características de cada una de las fases en que se divide este régimen. Casi todos los autores coinciden en la división cronológica de las etapas aunque no en la denominación de las mismas. En todo caso para facilitar el estudio del tema, podríamos hablar de:
-Periodo azul o fascista (1939-1943)
-Periodo de aislamiento y superación (1944-1958).
-El desarrollismo (1959-1970)                                                            
-Franquismo final (1971-1975).

FUNDAMENTOS IDEOLÓGICOS Y BASES SOCIALES. LAS INSTITUCIONES

El general Franco había labrado su carrera militar incorporándose al ejército en África en 1912. Allí destacó por el valor concedido a la disciplina y a la austeridad de sus costumbres lo que le sirvió para ascender hasta llagar al mando principal de la Legión.
La proclamación de la Republica no la acogió con entusiasmo. De ideas conservadoras, anticomunista, destaca por su nacionalismo a ultranza y por un fuerte sentimiento religioso lo que le generó enfrentamientos con el gobierno republicano (salvo en el periodo del bienio negro).
Tras el fin de la guerra será proclamado caudillo y será el encargado de desarrollar los soportes de la dictadura. Para entender su larga duración en el poder hay que tener en cuenta…
A- La habilidad con la que mantuvo el equilibrio entre las diferentes “familias” de los grupos conservadores para seguir contando con su apoyo y fidelidad durante todos esos años.
B- La colaboración con la Iglesia, los latifundistas, el ejército, la Falange y los partidos de derechas (incluidos los monárquicos, si bien con el paso del tiempo los seguidores de Juan de Borbón intentaron restaurar la monarquía).
C- El miedo de una población que aceptó el régimen antes de repetir u nuevo conflicto bélico.
En lo referente a su ideología, se construye en base a la formación del partido único (FET-JONS) similar a los partidos fascistas que marcará la orientación política entre el 39 y el 43. Está recogida en los “27 puntos de la Falange” y en el “fuero del trabajo”. Entre dichos puntos se encuentra: la exaltación del nacionalismo español, rechazo al sistema liberal y democrático, intervención del Estado en economía, el uso de símbolos típicos de los regímenes fascistas (saludo, uniformes, eslóganes, imágenes..) y el reconocimiento incuestionable de la figura de Franco como Caudillo quien además ejerce la tarea de gobierno a través de ministros que nombraba libremente. Además, a modo de órgano asesor, crea el Consejo Nacional con integrantes también designados por Franco y con función consultiva. En las provincias, designa a un representante del gobierno, el gobernador civil, responsable de todos los asuntos en su zona geográfica.
En cuestión social se suprimieron los sindicatos obreros y el gobierno creó los sindicatos verticales (afines al régimen, formados por empresarios y trabajadores). El gobierno fijaba los salarios, prohibía las huelgas y dificultaba el despido. A partir de 1941 comienza a planearse un sistema de Seguridad Social que culminará en la década siguiente.
Tras 1945, el régimen trató de despojarse de los signos de carácter fascista y buscó una nueva base ideológica: el nacionalcatolicismo. Consistía en una alianza del régimen con el catolicismo de talante más tradicional. Esta alianza culminaría en 1953 con la firma del concordato con la Santa Sede. Como primer signo de este cambio que buscaba asegurar la continuidad del régimen tras la II Guerra Mundial, se forma un nuevo gobierno más próximo a la democracia cristiana europea. Buscaba romper el aislamiento con el exterior reanudando relaciones diplomáticas.
Tras 1951 sube al poder Carrero Blanco, profundamente antiliberal pero muy poco proclive a la Falange. Impulsa una dictadura burocrática y administrativa y sirvió de entrada a grupos relacionados con el Opus Dei.
En materia política se trata de dar una imagen de democracia pero no basada en partidos políticos sino en lo que el régimen llamaba “organismos naturales”: familia, municipio y sindicato. Las Cortes vuelven a funcionar, si bien sólo aprobaban los proyectos de ley enviados por el gobierno. Entre ellas se encuentran:
Fuero de los españoles: declaración de derechos y obligaciones semejantes a las de una constitución pero siguen faltando libertades políticas básicas (derecho de reunión, expresión, asociación…)
Ley de Referéndum: por la que se admite la posibilidad de sufragio universal en el caso de alguna ley que se considere importante.
Ley de bases del régimen local: con ella se define el sistema de elección de concejales (ya que los alcaldes eran nombrados por el gobernador civil). Sin embargo los candidatos tenían que ser “aprobados” por el gobierno.
Ley de sucesión: nombraba a Franco como jefe de Estado vitalicio y con derecho a designar a su sucesor.
En materia social, comienzan a aparecer fisuras en la relación iglesia-Estado. Se abren tendencias al pensamiento católico europeo y se crean grupos católicos obreros. Al mismo tiempo comienzan los primeros atisbos de protesta en la sociedad española con huelgas en Cataluña y el País Vasco exigiendo mejora de salarios y de condiciones laborales. Ante el aumento de los conflictos, el gobierno empezó a modificar la legislación laboral, permitiendo a los trabajadores elegir a sus representantes sindicales.

REPRESIÓN, GUERRILLA Y EXÍLIO

Con la guerra clara, en Febrero de 1939, Franco publicó la ley de Responsabilidades Políticas que consideraba culpables a todos aquellos contrarios al Movimiento Nacional. Esta ley originó una dura represión en la postguerra: la guardia civil y la policía, con ayuda de los falangistas detenía a los sospechosos, los tribunales aceptaban pruebas sin contrastar para juicios que dictaban sentencias condenatorias. Algunos murieron en la cárcel como el poeta Miguel Hernández, otros fueron fusilados como Lluis Company. Hubo declaraciones falsas y muchos inocentes fueron ejecutados. A los que lograron sobrevivir se les aplicó la ley de redención de penas y la realizaron trabajos forzosos como mano de obre barata en obras públicas o conmemorativas (como el valle de los Caídos).
La represión también llegó a intelectuales, artistas, maestros o funcionarios que fueron destituidos de sus cargos. También hubo represión lingüística y moral que eliminaba los cambios introducidos por los gobiernos republicanos.
Para evitar la represión, muchos republicanos emigraron (se estima en torno al medio millón) si bien van a correr distinta suerte según su destino. Los que fueron a Francia en gran parte se integraron en la resistencia, otros fueron posteriormente encarcelados por los alemanes y retenidos en campos de concentración (como el expresidente Largo Caballero).
Otros fueron a México, siendo bien recibidos y desde allí financiaron el gobierno republicano en el exilio. Algo similar ocurre en Londres.
En cuanto a aquellos miembros del PCE que llegaron a Rusia, fueron bien recibidos por Stalin, pero hubo algunos que decepcionados por la realidad del stalinismo acabaron en campos de concentración en Siberia.
En el interior del país, la oposición política fue mínima por el miedo a la represión. Sólo cabe destacar los grupos de anarquistas y comunistas que crearon una guerrilla que recibió el nombre de maquis. En Cataluña llevaron a cabo actuaciones urbanas contra bancos, político, policía o edificios oficiales. En las zonas rurales la guardia civil y el ejército tuvo que ir eliminando una a una las partidas de maquis, de ahí que el movimiento se mantuvo vivo hasta 1955.

LA COYUNTURA INTERNACIONAL

Iniciada la II Guerra Mundial, Italia y Alemania comenzaron sus presiones para que España les prestase apoyo. En principio el régimen se declaró neutral, sin embargo a partir de 1940 se desarrolla la etapa de mayor colaboración con el gobierno de Hitler. Esta política es llevada a cabo con Serrano Suñer como ministro de exteriores y fruto de ella se desarrolla en Hendaya (1940) la reunión entre Franco y Hitler. Alemania pretendía que España cerrase el paso del estrecho de Gibraltar a los barcos británicos. Sin embargo la respuesta fue ambigua y Franco sólo se comprometió a enviar un ejército de voluntarios (la división Azul). Pero con el cambio en la guerra a partir de 1942, la situación comienza a deteriorarse: Franco hace una nueva declaración de neutralidad, se separa claramente de Alemania y propicia el regreso de la División Azul.
En aislamiento y superación…
La victoria de los aliados en 1945 desencadenó una fuerte oposición a los gobiernos que habían colaborado con el eje. Esto se materializó con el no reconocimiento del gobierno de Franco por parte de Inglaterra, Francia y EEUU. También la URSS colaboró para que España no entrara en la ONU. Por otro lado D.Juan en 1945 había publicado el manifiesto de Lausana por el que se defendía una democracia liberal y la superación de las dos Españas. Los monárquicos buscaron el acercamiento tanto a socialistas como al caudillo. Al final se pactó que a la muerte del dictador se instauraría la monarquía pero sería Franco quien designara sucesor.
Además a la presión política se sumó la económica. España queda fuera del plan Marshall. Como respuesta Franco elaboró una imagen de exaltación nacional creando un rechazo hacia lo extranjero.
Pero a partir de de 1948 la situación iba a cambiar. Con el estallido de la Guerra Fría, EEUU busca en Europa aliados. Así propicia el levantamiento del bloqueo, favorece la entrada del país en diferentes organismos que culminarán en 1955 con la entrada en la ONU. A cambio se concedía el permiso a los americanos a instalar bases militares en territorio español.

AUTARQUÍA

En la guerra fueron destruidas gran parte de las infraestructuras, no había reservas de oro y no podían obtenerse capitales ni créditos de otros países debido a la Segunda Guerra Mundial. La producción industrial y agrícola había descendido más de un tercio, lo que produjo un descenso en los niveles de bienestar de la población española. Por ello la década de los 40 fue desastrosa, dominada por la miseria e incapacidad del gobierno para solucionar los 4 problemas inmediatos:
  • El hambre y las malas cosechas
  • La carencia de materias primas y restricciones eléctricas
  • La falta de capitales, tecnología e ideas para reactivar el comercio y la industria.
  • Una creciente inflación y una desordenada política monetaria.
La respuesta gubernamental para todo esto fue una política basada en un rígido control estatal de la actividad económica. Así en agricultura se creó el Instituto Nacional de Colonización (en contraposición con el IRA) que pretendía una mejora de las explotaciones pero sin redistribución de las tierras.
En política industrial, se crea el Instituto Nacional de Industria (INI) mediante el que el gobierno reguló el funcionamiento de las empresas con el control de precios y salarios. Sin embargo esto no impidió la aparición del mercado negro y el mantenimiento de la miseria que trató de atajar mediante el racionamiento de los productos.

En la fase de la autarquía, gracias a la acción del INI, comienzan a desarrollarse las industrias básicas en aquellos sectores donde la iniciativa privada no podía llegar. Nace así ENHER y ENDESA para resolver los problemas de abastecimiento eléctrico; ENSIDESA para la producción siderúrgica y, en colaboración con la FIAT italiana, la SEAT.
Pero el mayor cambio viene en el periodo de superación. Con la entrada de la década de los 50, se produjo un crecimiento de la renta nacional. Dos son los aspectos que explican esto: la ayuda económica norteamericana y el cambio de política económica en 1951.
La situación de la España de finales de los 40 chocaba con la rápida recuperación europea favorecida por el Plan Marshall. Aunque EEUU no incluyó a España en dicho plan, con la guerra fría estableció una serie de ayudas que se plasmaron en las donaciones de alimentos y la concesión de créditos para la adquisición de productos en EEUU (a cambio de facilitar la instalación de las bases militares).
Por otro lado en 1951 se inicia el fin de la autarquía suavizando los controles que habían marcado la etapa anterior. Al mismo tiempo las empresas españolas comenzaron a abrirse al exterior poniendo las bases del crecimiento de la década de los años 60.

EL APERTURISMO INTERNACIONAL Y EL DESARROLLISMO (1959-1975)

En esta etapa del franquismo, el dictador comienza con sus problemas de salud y vivía hasta cierto punto ajeno a las transformaciones que se apuntaban en el país. Los miembros de sus gobiernos cada vez eran más técnicos (tecnócratas) relacionados con el Opus Dei entre los que destaca Carrero Blanco a quien el dictador delegó la jefatura de gobierno en 1973. Buscaron cambiar las pautas de comportamiento político, acercándose en economía a Europa. Sin embargo recelaban de una excesiva liberalización de, ahí que prefirieran el control de la planificación a través de leyes que suavizaban el perfil del régimen a la vez que aseguraron su continuidad. Entre ellas:
Ley de prensa: con ella se produce la desaparición de la censura previa si bien el Estado se reservaba el derecho de inspeccionar las noticias. A pesar de las limitaciones, las publicaciones fueron abriéndose cada vez más.
Ley de libertad religiosa: que aplicaba los principios del Vaticano II
Ley Orgánica del Estado: que marcaba el futuro del país a la muerte del dictador. Señalaba como sucesor a Juan Carlos de Borbón para crear una monarquía continuadora del régimen. Esta elección fue aprobada por todas las familias del régimen, siendo esta una de las últimas decisiones tomadas por consenso.
Pero estos tecnócratas chocaban con otro sector que pretendía el incremento de poder de las bases del movimiento y recelaban de la solución monárquica. Este enfrentamiento hizo que saliesen a la luz pública escándalos como el de Matesa (inversiones públicas poco claras) que salpicaron a políticos próximos a Carrero, si bien Franco mantuvo siempre su confianza en él.
En los años 60 España se incorporó a un importante crecimiento aunque con una generación de retraso respecto al resto de Europa. Esto fue posible gracias al cambio económico impulsado por los tecnócratas encabezados por Ullastres (en comercio) y Navarro Rubio (en hacienda). Conocido como el Plan de Estabilización, consistió en aplicar otras medidas para reconducir la economía del país:
-Reducción del gasto excesivo del Estado y de los particulares (limitando créditos y congelando salarios).
-Relajación de los controles del gobierno sobre la actividad económica
-Apertura de la economía a los mercados exteriores
-Concesión de ayudas a las empresas extranjeras que se instalasen en España
Todo esto contó con el apoyo de créditos internacionales y fue favorecido por dos fenómenos clave para el país en ese momento: el turismo y la emigración.
Pero realmente fue la industria quien sostiene el crecimiento de esta década. La población empleada en este sector crece de forma considerable, permitiendo el aumento en los índices de producción industrial. Esto fue posible gracias a:
  • Mano de obra abundante procedente de la agricultura
  • La activación de capitales no invertidos que junto a los aportados por empresas extranjeras recién instaladas, dieron la posibilidad de afrontar las transformaciones.
  •  Incremento de las importaciones financiadas por capitales extranjeros y por el espectacular desarrollo del turismo además de las remesas de dinero enviadas por los emigrantes.
  • Mantenimiento de la producción agrícola pero con un mejor aprovechamiento de los recursos (agricultura intensiva). Se elevaron los niveles de vida de los campesinos con un cierto crecimiento de sus salarios (motivado por el traspaso de trabajadores a la industria).
Las nuevas zonas industriales abarcaban la zona cantábrica (foco tradicional) y otra más reciente, el litoral mediterráneo. Además de Madrid, otros polos de desarrollo se organizan en torno a ciudades como Burgos, Valladolid, Coruña o Huelva.
En todo este proceso fue fundamental la iniciativa privada aunque el Estado no renunció a su función industrializadota a través del INI.
Pese a todas estas medidas no se pudo propiciar la entrada en la Comunidad Económica Europea (CEE) que se estaba constituyendo, ya que se exigía la implantación de una democracia liberal parlamentaria.

En el contexto social, la era del desarrollismo supuso una rápida modernización que a la larga tendría repercusiones en el terreno político. En demografía se reduce drásticamente la mortalidad (no así la natalidad) por la indudable mejora en los niveles de vida del país. También se consolidan los fenómenos migratorios. En los sesenta y los primeros setenta salen de España hacia distintos países europeos cerca de 1 millón de personas. Pero más importantes serán las migraciones internas: el éxodo rural. Se produce el desplazamiento masivo hacia las ciudades en busca de una vida mejor (casi 4 millones de personas) siendo País Vasco, Barcelona, Madrid y Valencia los principales focos receptores, produciendo un crecimiento (no siempre ordenado) de sus periferias. En general el cambio de residencia implicaba también un cambio de vida en varios aspectos.
La alfabetización avanzó mucho. Se construyen precipitadamente escuelas en los suburbios donde se hacinaba esta nueva población urbana.
Por otro lado la renta per cápita y el consumo, revelan la llegada del crecimiento a la mayor parte de la población (se pasa de los 300$ de 1960 a los 500$ de 1964 y a los 2000$ de 1973. Donde mejor se puede observar el cambio es en el consumo. El coche, los electrodomésticos, el piso…todos ellos pagados a plazos, empezaron a estar al alcance de muchas personas. El cambio fue tan grande que afectó también a la mentalidad y al sistema de valores. En los 70 se habían modificado profundamente las pautas básicas que habían estado vigentes durante siglos.

La oposición tuvo tres motores fundamentales que se fueron sucediendo a medida que pasaba el régimen: el catolicismo, el mundo universitario y la protesta obrera.
El catolicismo en los años 60 comienza una transformación por las ideas del Concilio Vaticano II y la actitud del Papa Pablo VI cada vez más contrario a la alianza entre iglesia y franquismo. El nuevo catolicismo ponía en duda la estructura autoritaria de la iglesia española y defendían un diálogo con las nuevas corrientes de pensamiento. A pesar de las reticencias, las nuevas ideas se fueron imponiendo. Figura clave en este panorama fue el cardenal y obispo Vicente Enrique Tarancón.
En la Universidad se impulsó (en Madrid y Barcelona) la creación de sindicatos independientes de estudiantes. A partir del 65 se habla de agitación estudiantil. En numerosos casos fueron resueltas con la entrada de la policía en la universidad, detenciones, expedientes y expulsiones.
En el ámbito de las protestas obreras el movimiento fue más sólido. Desde el gobierno se promulgó la ley de Convenios Colectivos por la que se reconocía que las negociaciones entre patronal y sindicatos serían llevadas a cabo por sus representantes (y no por el gobierno). Esto llevó a negociaciones cada vez más conflictivas. En 1962 en Asturias, País Vasco y Cataluña se desata la primera oleada de huelgas dirigidas por comisiones de obreros donde había simpatizantes del socialismo, comunismo y las JOC (juventudes obreras católicas). Lentamente el Partido Comunista comenzó a tener notable influencia a través de CCOO y ante ello los obispos disolvieron las JOC. La respuesta del gobierno fue declarar ilegales las huelgas tras 1967.
Paralelamente a esta oposición, en los 60 se perfilan los distintos grupos políticos:
Centro y centro-derecha. Algunas personalidades dentro de la ideología democristiana comenzaron a declararse partidarios de la implantación de la democracia (Gil Robles). Algunos se reunieron en 1962 con miembros de la oposición en el exilio (Contubernio de Munich) de donde salió un documento que exigía un cambio de régimen.
Socialistas. Grupos muy variados, si bien la alternativa del PSOE se estaba constituyendo como la más fuerte.
Comunistas. Se agrupan en el PCE entre cuyos dirigentes destaca Santiago Carrillo. Defienden la reconciliación nacional.
Grupos nacionalistas. En el País Vasco subsiste el PNV con un gobierno en el exilio. A partir de 1962 algunos jóvenes se distancian por considerarlo demasiado moderado y fundan ETA, iniciando la “lucha armada” contra el Estado español. Comienza así una espiral de violencia que se prolongaría durante el franquismo hasta nuestros días.
En Cataluña crecen movimientos nacionalistas de diferentes tendencias (comunistas, democristianos, republicanos…)

LA CRISIS FINAL  DEL RÉGIMEN AUTORITARIO (1971-1975)

En esta etapa se evidencia que el franquismo ya no tenía fuerzas para lograr la sustitución del régimen, lastrado por una desunión de los grupos dirigentes y una difícil situación internacional (Crisis del petróleo de 1973).
Entre 1969 y 1975 se sucedieron problemas cada vez más profundos. En el 69 el caso Matesa salta a la opinión pública. Era una empresa textil que se había beneficiado de importantes créditos oficiales invertidos de forma poco clara. Saltó el escándalo aireado por la prensa. Franco tuvo que reestructurar el gobierno y destituyó a Manuel Fraga como ministro de Información. También aprovechó para recortar libertades sindicales. Se forma así un gobierno con amplia presencia de militantes del Opus Dei con Carrero como hombre fuerte ante la frágil salud del dictador. Parece que era el elegido para continuar con el régimen dejando escaso margen a Juan Carlos de Borbón y apartando a aquellos que habían manifestado un aperturismo. Pero su atentado a manos de ETA en Diciembre de 1973 acabó con estos planes. Tras esto accede al poder Arias Navarro, sin embargo la conflictividad era muy importante ante las muestras de debilidad de un régimen agotado. Se trató de conceder libertades políticas que permitiesen legalizar algunos partidos, pero ya era demasiado tarde. La oposición no aceptaría otra salida que no fuese la democracia. Los sindicatos reclamaban el derecho a huelga y en el país aumentaba la agitación estudiantil, obrera, en la prensa e incluso en el ejército (aunque minoritaria). También crecen los atentados de ETA a los que hay que unir los grupos terroristas de extrema izquierda como los GRAPO.
La respuesta de un gobierno superado por las circunstancias fue la represión. Se declara en varias veces el estado de excepción que suponía la suspensión de las garantías que ofrecía el fuero de los españoles y se volvía a imponer la censura informativa. Se abrieron multitud de sumarios por actividades políticas o sindicales. Se dictó la pena de muerte contra militantes de ETA (proceso de Burgos) suspendidas por la presión internacional algo que no ocurrió contra aquellos que participaron en asesinatos contra policías o guardias civiles (ejecuciones de 1975).
Ante este panorama se consolida una oposición moderada que ofrecía alternativas futuras en partidos políticos similares a los de Europa. Los más activos son:
Movimientos centristas, formados por personalidades provenientes del franquismo que rompen decididamente con el régimen acercándose a la democracia cristiana. Sin embargo su incapacidad para crear un partido único les restó influencia en el periodo posterior.
Socialistas, La dirección que hasta ese momento estaba en manos de miembros en el exilio, pasa a manos de jóvenes militantes en el interior. Entre ellos destaca Felipe González y Nicolás Redondo. El primero será elegido secretario general en 1974 en el congreso de Suresnes.
Comunistas, en torno al PCE continuó siendo ilegal. Su lider Carrillo tendió hacia la moderación ideológica lo que fue visto por algunos observadores como un referente futuro en la izquierda (algo que no se cumpliría tras la legalización del partido)
Nacionalismos, destaca la fundación en Cataluña de Convergencia Democrática liderada por Jordi Pujol que se consolidaría como futura fuerza nacionalista.

CONCLUSIÓN

La desunión de la oposición comienza a cambiar a medida que se acercaba la muerte del dictador. Se empezaron a crear diferentes plataformas con participación de estos partidos que no excluían una futura colaboración. Con la muerte de Franco comenzará una operación para implantar la democracia. Se cerraba así un largo periodo de casi 40 años.

En resumen es el fin de un periodo histórico iniciado por la Guerra Civil que supuso primero el intento de construcción de un estado fascista, luego un régimen autoritario sostenido por el prestigio de una sola persona, pero a medida que se promovía el desarrollo económico y la evolución social, iba poniendo más de manifiesto su carácter anacrónico frente a una Europa democrática.

martes, 5 de junio de 2012

PRACTICAR CON LOS TEXTOS

Os dejo un enlace donde podréis encontrar una serie de textos para repasar el temario de Historia de España. Iré subiendo mejoras para facilitaros esta recta final hasta selectividad. Mucha suerte y ánimos:

domingo, 13 de mayo de 2012

NUEVO Y ÚLTIMO TEMA EN REPROGRAFÍA

La última unidad del temario, LOS GOBIERNOS DEMOCRÁTICOS (1979-2000) la dejo para que la fotocopieis en reprografía

jueves, 3 de mayo de 2012

TEMA 11. LA TRANSICIÓN ESPAÑOLA Y LA CONSTITUCIÓN DE 1978


TEMA 11: LA TRANSICIÓN ESPAÑOLA Y LA CONSTITUCIÓN DE 1978

Introducción

Este tema es fundamental para entender nuestro presente y pasado más inmediato. El sistema democrático, interrumpido por una dictadura de casi cuarenta años, retorna a nuestro país, y es el que ordena nuestra vida política actual. Después de la muerte de Franco en noviembre de 1975, se plantearon en España tres posibles alternativas políticas a seguir: el continuismo del sistema político franquista, la disolución inmediata de las instituciones franquistas o la reforma del sistema político a partir de las instituciones y leyes de la dictadura hasta alcanzar una situación de democracia plena. El rey, verdadero motor del cambio político, optó por la vía reformista. De esta forma,el presidente del gobierno Adolfo Suárez, impulsó una profunda reforma política que abarca desde la legalización de los partidos políticos y sindicatos y los decretos de amnistía hasta el reconocimiento de las instituciones propias del P. Vasco y Cataluña. Todos ellos fueron hitos que jalonaron los primeros años de la transición y que condujeron a la Constitución de 1978. Tras la redacción de ésta, España abandona el franquismo y empieza a funcionar con un sistema democrático que llevará al poder a tres partidos: UCD, PSOE y PP entre 1979 y 2004.

Desarrollo

El 22 de noviembre de 1975 Juan Carlos I comenzaba su reinado dentro de un ambiente de gran incertidumbre. Los primeros pasos de la monarquía fueron una reconciliación y el inicio del tránsito político hacia un sistema democrático. Las principales fuerzas políticas que encontramos en estos años podríamos agruparlas en los franquistas, entre los cuales podemos distinguir dos grandes grupos, el “bunker partidario de la línea dura y los “aperturistas” que pensaban que era necesario un cambio.  

Dentro de las fuerzas de oposición encontramos una gran variedad de partidos que iban desde la derecha liberal o monárquicos hasta los partidos de izquierda clásicos,como el PCE y el PSOE, éste último había sufrido una renovación importante de líderes, pasando por grupos nacionalistas vascos y catalanes. 
Las fuerzas de oposición se agrupaban en dos organizaciones, la Junta Democrática, dominada por el PCE, y la Plataforma de Convergencia Democrática, dominada por el PSOE. El primer gobierno de la monarquía era heredero del franquismo, con Arias Navarro como jefe del mismo. Pero al mismo tiempo aparece una figura clave en el proceso de cambio que será Torcuato Fernández Miranda. Esta inclusión en la cúpula de poder obligó a Arias Navarro a impulsar un programa de reformas limitadas, como libertad de prensa, derecho de reunión y asociación o reforma de las Cortes, pero nunca pensó en una verdadera democracia. Tras sus diferencias con el monarca, Arias Navarro presentó la dimisión en julio de 1976.Esta dimisión fue aprovechada para designar como presidente del gobierno a Adolfo Suárez quien dio todos los pasos para lograr el cambio político: amnistía para los presos políticos, creación de constitución y elecciones generales libres. Este gobierno inició contactos con miembros de la oposición como Felipe González y Santiago Carrillo y nombró al teniente general Gutiérrez Mellado vicepresidente del gobierno, figura clave para controlar el peligro golpista en el Ejército. En 1976 se presentó al país el Proyecto de Ley para la Reforma Política que debía modificar el sistema político existente y debía ser aprobado por las Cortes franquistas. Una vez superado ese escollo, el proyecto fue aprobado en referéndum por una amplia mayoría. Las dificultades eran muchas, la semana del 23 al 29 de enero de 1977 fue conocida como la “Semana Negra”, atentados,secuestros y un hecho que conmocionó a la sociedad española, la matanza de Atocha de abogados laboralistas. Esta semana hizo temer a muchos la imposibilidad de alcanzar una democracia plena. En un golpe de efecto, Suárez legalizó al PCE en plena Semana Santa, conocida desde entonces como un “Sabado Santo Rojo”. Tras esto convocó las primeras elecciones libres para junio de 1977. El resultado electoral supuso el triunfo de la UCD, partido creado por Adolfo Suárez, seguida del PSOE. Durante este segundo gobierno de Suárez se afrontaron los principales problemas del país: conflictividad laboral, inflación, paro, proceso preautonómico, relaciones con la CEE y sobre todo dotar a España de una Constitución. Los pasos a seguir para la resolución de estos problemas fueron la firma de acuerdos entre Gobierno, sindicatos y partidos en los conocidos como Pactos de la Moncloa, en octubre de 1977, con los que se intentaron hacer frente a los problemas económicos a través de la reforma fiscal, el control de la Seguridad Social y un programa de inversiones públicas. De esta forma se pasó al inicio de la redacción del texto constitucional, para lo cual se eligió una Comisión Constitucional y ésta a su vez a siete diputados, los “padres de la Constitución”, para elaborar el proyecto constitucional: Peces Barba, Fraga, Miquel Roca, Cisneros, Herrero de Miñón, Pérez Llorca y Solé Tura. La ausencia de un representante del PNV hizo que el principal partido vasco no apoyase finalmente la Constitución. 

La Constitución española de 1978 se caracteriza por los siguientes rasgos generales: Es una Constitución rígida, o lo que es lo mismo, su reforma exige un procedimiento severo y dificultoso; Es una Constitución consensuada, debido a que su contenido fue el resultado de la voluntad mayoritaria de la Asamblea constituyente, lo que provoca que sus contenidos tengan cierta ambigüedad e indefinición (Por ejemplo en el Artículo 2 se menciona “...la Nación española...las nacionalidades...que la integran...”); Es una Constitución de origen popular, ya que, en contraposición a las decimonónicas, esta fue
elaborada por una asamblea elegida por el pueblo español, el cual sancionó después en referéndum el texto.
El texto constitucional se basó en el consenso: aquellas cuestiones que suscitaban mayores diferencias fueron redactadas de tal forma que pudieran ser aceptadas por las diversas fuerzas políticas. Ante el deseo de auto gobierno del P. Vasco y Cataluña, el gobierno de Suárez inició el proceso preautonómico antes de la aprobación de la Constitución, a través de la generalización del principio de autonomía regional, coloquialmente denominado “café para todos”. Así pues tras su debate, el texto final fue aprobado por el Congreso y sometido a referéndum el 6 de diciembre de 1978: la Constitución Española quedó aprobada con un 87,8% de los votos afirmativos. La Constitución define a España como un Estado Social y democrático de Derecho,la forma del Estado como una monarquía parlamentaria y proclama que la soberanía nacional reside en el pueblo. Además, hace compatible la unidad de la Nación con el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones (art. 2). Establece una serie de derechos, libertades y deberes entre los que destacan el derecho a la vida, la libertad ideológica y la libertad de expresión además de otros derechos sociales (Título I). En lo que se refiere a la Corona, se establece que el Rey es el Jefe del Estado y se fijan sus funciones, atribuciones y prerrogativas. En cuanto a la organización de los poderes del Estado, las Cortes son bicamerales: el Congreso de los Diputados y el Senado son elegidos por sufragio universal y ejercen el poder legislativo. El poder ejecutivo es ejercido por el Gobierno, que dirige la política interior y exterior y es investido por las Cortes, además tiene iniciativa legislativa para presentar leyes y elaborar proyectos de ley a las Cámaras. Los jueces y magistrados ejercen el poder judicial. Se crea el Tribunal Constitucional cuya función es evitar cualquier violación de la Constitución. Aprobada la Constitución, se constituyeron las actuales 17 Comunidades Autónomas,cada una de ellas con formas de autogobierno, y se estableció el principio de solidaridad y equilibrio económico entre ellas. La única modificación que ha sufrido la Constitución hasta el día de hoy, se realizó en 1992 para conceder el derecho al voto en las eleccionesmunicipales a los ciudadanos de la UE residentes en España.Disueltas las Cortes Constituyentes, se convocaron nuevas elecciones para marzo de1979. Las urnas volvieron a dar la victoria a la UCD, seguido del PSOE, AP y PCE. Delespíritu de consenso de la etapa anterior se pasó a la confrontación, los dos principales partidos de izquierda realizaron una durísima oposición al gobierno de Suárez. En los meses siguientes se recrudecieron los actos terroristas y las presiones involucionistasque añadieron dificultades a las negociaciones de los Estatutos de Autonomía del PaísVasco y Cataluña, quienes tuvieron como primeros dirigentes al socialista RamónRubial como lehendakari, y Josep Tarradellas como presidente de la Generalitat. Este mismo año de 1979 ambas comunidades vieron redactados y aprobados sus estatutos deautonomía, mientras que las demás regiones iniciarían la elaboración de los suyos.En abril de 1979 se convocaron las primeras elecciones municipales democráticas,que en la mayoría de las ciudades, mediante un acuerdo postelectoral dieron el triunfo alos partidos de izquierda quienes se hicieron con las principales alcaldías.En marzo de 1980 se celebraron las primeras elecciones autonómicas en el P. Vasco y Cataluña que dieron el triunfo a los nacionalistas. Ambos resultados supusieron un revés para el gobierno, pero los principales problemas de Suárez no venían de los fracasos electorales, sino del interior de su propio partido. La UCD era una coalición poco cohesionada y sin una dirección efectiva donde los enfrentamientos y rivalidadesentre los integrantes eran cada vez más frecuentes.

Paralelamente, la oposición se crecía y en 1980 el socialista Felipe González presentó una moción de censura contra elGobierno de Suárez, esto provocó el refuerzo de la figura de González como líder de laoposición. Harto de toda esta situación, Suárez dimitió el 29 de enero de 1981. El reydesignó a Leopoldo Calvo Sotelo candidato a la presidencia y su investidura quedó fijada para el 23 de febrero.La escalada de ETA y la aprobación de los Estatutos de Autonomía, percibidos por los ultraconservadores como una amenaza contra la unidad de la patria provocaron quela ultraderecha, sectores militares y grupos reaccionarios pidiesen abiertamente unainsurrección. El momento propicio se presentó mientras se celebraba la votación deinvestidura de Calvo Sotelo, un grupo de guardias civiles dirigidos por el tenientecoronel Tejero entraron en las Cortes secuestrando el poder legislativo y ejecutivo. El capitán general de Valencia, Jaime Milans del Bosch decretó el estado de guerra y publicó un bando que recordaba los del verano de 1936. Alfonso Armada, era otro de los principales golpistas. El golpe no contó, sin embargo, con el apoyo unitario del ejército. La labor de algunos militares como Quintana Lacaci, capital general de Madrid, fue clave para abortar el golpe. El momento decisivo llegó la madrugada del 24de febrero cuando el rey se dirigió a lo ciudadanos, explicando las órdenes que había transmitido a los altos cargos militares de sumisión al orden constitucional. El golpe del23 de febrero fracasó pero demostró la fragilidad que aún tenía la democracia en España  
El 24 de febrero, Calvo Sotelo era nombrado presidente de un gobierno que duraría un año y medio y estaría presidido por las disensiones internas en el seno de la UCD. Durante su etapa de gobierno tuvo lugar la aprobación de muchos de los estatutos de autonomía. Galicia y Andalucía quedaron constituidas como comunidades históricas, al igual que País Vasco y Cataluña. En este período también se produjo una transferencia continua de competencias del gobierno central a las CCAA. Desde el punto de vista social, el hecho más relevante fue el “escándalo del aceite de colza”, envenenamiento masivo por la venta fraudulenta de aceite en mal estado. También en 1981 se aprobó la ley del divorcio, muy criticada desde sectores conservadores, y tuvo lugar la aparición del SIDA. Sin embargo una de las medidas más polémicas fue la tramitación de España en la OTAN, que se veía como la antesala al ingreso en la CEE. La medida fue masivamente criticada por la izquierda, especialmente por el PSOE que prometió convocar un referéndum si ganaba las elecciones. Paralelamente, la crisis interna de la UCD se recrudecía al igual que la del PCE, también con problemas internos. Por el contrario el PSOE asistía al reforzamiento del liderazgo de Felipe González y una mayor moderación en su ideario que le hizo abandonar posturas radicales. En este contexto, Calvo Sotelo convocó elecciones anticipadas para el 28 de octubre de 1982 que supondrían el fin de la etapa centrista e inaugurarían la etapa de gobiernos socialistas hasta 1996.

Conclusión
Rubricada con las firmas del monarca y los Presidentes de las Cámaras, la entrada en vigor de la Constitución abría una etapa decisiva en la historia de España. Su grandeza, en palabras de Tamames, dependería “de la mayor o menor eficacia que se alcance en su aplicación, del éxito que se logre en su desarrollo político, de que comporte o no consecuencias verdaderamente favorables en el proceso del país”.

Tras este período sumamente complejo que arranca en 1975, España ha logrado por fin la normalidad democrática. El sistema democrático ha arraigado con fuerza en nuestro país superando las dificultades de este complicado período: terrorismo, peligro golpista, crisis económicas entre otras.
El sistema democrático ha arraigado con fuerza en nuestro país superando las dificultades de este complicado período: terrorismo, peligro golpista, crisis económicas entre otras. Durante la transición, vivimos un período de nuestra reciente historia en la que la Constitución de 1978 logró superar las tensiones encauzar, la vida de nuestro país de forma pacífica. De todas formas, no todo ha sido positivo. Aunque el consenso y la búsqueda deformas legales evitaron los peligros para la joven democracia, no acostumbraron a los ciudadanos a hacer valer su voz, sino que todo el mecanismo político se depositó en el funcionamiento de los partidos y en su monopolio de la vida política. Salvando puntuales modificaciones, que hoy son auspiciadas desde distintos sectores políticos y sociales, lo cierto es que, como corolario a nuestro análisis y descripción, no cabe duda que nuestra Carta Magna ha sido un pilar fundamental para la edificación de la España democrática, moderna y de decidida vocación europeísta del siglo XXI.

martes, 1 de mayo de 2012

FRANQUISMO 1959-1975

EL FRANQUISMO: EVOLUCIÓN POLÍTICA, ECONÓMICA Y SOCIAL DESDE 1959 A 1975. LA OPOSICIÓN AL RÉGIMEN

Evolución económica. En los años cincuenta la situación creada por la autarquía económica era insostenible (bajos salarios, racionamiento, inflación, y estraperlo). La agricultura era el sector más importante pero su producción era insuficiente. La industria estaba estancada pese a la creación del INI en 1941. La sociedad era tradicional y la mayoría de la población pasaba hambre y estaba descontenta. Se hacía necesaria una apertura para combatir el estancamiento económico. La Guerra fría significó el fin del aislamiento internacional gracias al acuerdo firmado en 1953 con Estados Unidos, Tratado de Ayuda Mutua, por el que proporcionarían ayuda económica a cambio de instalar bases en España, lo que permitió una recuperación con algunos cambios: acabó el racionamiento y se liberalizaron los precios y la circulación de los productos alimenticios. Pero a partir de 1956, la inflación y el déficit presupuestario crecieron. 
Un nuevo gobierno formado en 1957 incorporaba a ministros tecnócratas del Opus Dei, como Ullastres y Navarro Rubio que aprobaron el Plan de Estabilización de 1959. El Plan detuvo la inflación, liberalizó la economía, incentivó las inversiones extranjeras, recortó el gasto público, restringió el crédito, congeló los salarios y devaluó la peseta al fijar la paridad en 60 pesetas por dólar. En un principio estas medidas resultaron socialmente negativas, ya que se redujo el consumo y la inversión y aumentó el paro. Pero en dos años se notaron los efectos positivos del Plan y se relanzó la economía que produjo una rápida y espectacular modernización del país en la década de los 60.

Fueron los años de los Planes de Desarrollo, siguiendo el modelo de planificación económica indicativa, dirigidos por el ministro de Industria López Rodó. Consistían en tres planes cuatrienales, iniciados en 1964 - aunque el tercero quedó parado por la crisis de 1973- que coordinaban el crecimiento económico del país. Se fomentó la implantación industrial con ayudas e inversiones estatales en infraestructuras en siete polos de desarrollo ( Burgos, Vigo, La Coruña, Huelva, Sevilla, Valladolid y Zaragoza), zonas atrasadas pero con posibilidades económicas. Los planes estimularon la industria pero raramente cumplieron sus previsiones y acentuaron los desequilibrios sectoriales y regionales. Frente al desarrollo de las zonas industriales (Cataluña, País Vasco, Madrid y los nuevos polos de desarrollo) otros territorios quedaron atrasados (Galicia, las dos Castillas, Andalucía, Extremadura).
El régimen usó como propaganda la industrialización presentándola como el "milagro económico español". España se convirtió en la décima potencia industrial del mundo. La renta per cápita pasó de 300$ en 1960 ( la más baja de Europa), a 1000 $ en 1970. La tasa de crecimiento fue muy alta, 8,6% anual. Para este cambio estructural fue imprescindible la migración de la población: cuatro millones de personas realizaron un éxodo rural desde las zonas deprimidas del campo español hacia las regiones industriales (País Vasco, Cataluña, Madrid y los polos industriales) o atraídas por las zonas turísticas de la costa. Dos millones se marcharon a Europa Occidental en pleno crecimiento industrial debido a la favorable coyuntura internacional (Alemania, Suiza y Francia), ya que el modelo español de crecimiento no generaba empleo suficiente para la creciente población activa.
La balanza de pagos deficitaria permanentemente, casi enjugó su déficit gracias a tres fuentes de ingresos: las inversiones extranjeras, las divisas que enviaban los emigrantes y los ingresos de los turistas extranjeros. Las inversiones extranjeras suplieron en parte la carencia de capital pero originaron una excesiva dependencia de los países más desarrollados. El boom del turismo con 6 millones de visitantes (franceses, ingleses y alemanes, principalmente) en 1960, que pasarían a más de 30 en 1973 convirtió a España en el segundo destino turístico de Europa, por detrás de Italia. Los emigrantes en Europa enviaban sus ahorros a España en divisas, muy importantes para el crecimiento. El desarrollo económico quedó estancado a partir de la crisis general de la economía capitalista de 1973.




Evolución social. Estas transformaciones económicas produjeron cambios en la estructura de la población. Se produjo un considerable incremento demográfico (34 millones en 1970). Entre 1960 y 1973 la España agraria, rural y tradicional dejaba paso a una España industrial, urbana y moderna, similar a la de los países de Europa occidental. Cayó el porcentaje de personas ocupadas en la agricultura y aumentó el número de obreros de la industria y de empleados del sector servicios (terciarización). También cambió la estructura social, con predominio de las clases medias urbanas. El aumento de los salarios- aun siendo bajos respecto a los europeos- y de la renta per cápita elevó el nivel de vida de los españoles, que iniciaron la sociedad de consumo. Mejoró la alimentación, aumentó la construcción de viviendas- aunque no se acabó con el chabolismo y las ciudades crecieron con barrios periféricos sin infraestructuras adecuadas-, los hogares se dotaron de frigoríficos, televisores, teléfonos. Las vacaciones y el automóvil, el famoso Seat 600, estuvieron al alcance de más personas.



La Ley de Bases de la Seguridad Social (1963) hizo que el Estado garantizara asistencia médica, pensiones de jubilación, y otras prestaciones a los afiliados, si bien insuficientes. La Ley General de Educación (1970) ampliaba la escolarización obligatoria hasta los 14 años, lo que disminuyó el analfabetismo.
Se produjeron también cambios profundos en la mentalidad. Los jóvenes españoles, en contacto con los turistas extranjeros, la vida urbana y la televisión (pese a la censura y manipulación continuas), tenían una concepción del mundo más abierta y tolerante que la tradicional de la España oficial; buscaban su inspiración cultural en Europa - en modo de vestir, música, pensamiento. España se secularizó. Las nuevas generaciones querían libertad no sólo económica sino también política.


Evolución política. El régimen franquista fue evolucionando a lo largo de los años. Pero las profundas transformaciones económicas y sociales que el país experimenta con el desarrollismo económico no fueron acompañados de las correspondientes transformaciones políticas. Debido a la coyuntura internacional, en los años sesenta se notan ciertos aires de tolerancia sin que desaparezca la dictadura ni la represión a través del Tribunal de Orden Público (1963). Se hace una política que busca la eficacia. Los tecnócratas del Opus Dei cobraron gran protagonismo político, relegando a las familias tradicionales del régimen- falangistas, militares y católicos de la Asociación Católica Nacional de Propagandistas. Se promulgan nuevas leyes, que inician una tímida liberalización:
· La Ley de Prensa (1966), de Manuel Fraga Iribarne, ministro de Información y Turismo, supuso la desaparición de la censura previa y una cierta permisividad en libros y espectáculos.
· La ley de Libertad Religiosa (1967) por la que se reconocía la igualdad de todas las confesiones
· La Ley Orgánica del Estado (1967), séptima y última de las Leyes Fundamentales, sometida a referéndum, que intentó dar una apariencia de liberalización política y aperturismo al régimen franquista, sin modificar su esencia autoritaria. Por primera vez el cargo de presidente del gobierno se separaba del de Jefe de Estado. El régimen evolucionaba hacia la llamada democracia orgánica, un modelo político representativo organizado en torno al Movimiento Nacional y sus instituciones.
· En 1969 Franco nombró al príncipe Juan Carlos, hijo de don Juan de Borbón, su sucesor a título de rey. Su intención era instaurar una nueva monarquía continuadora del régimen en caso de su fallecimiento. Don Juan Carlos juró fidelidad a Franco y a las Leyes Fundamentales.


En los años setenta, el régimen se debilitó por la aparición de dos tendencias en su seno: los inmovilistas y los aperturistas. Los primeros - militares, falangistas, funcionarios- querían mantener el franquismo sin cambios, manteniendo las esencias del Movimiento Nacional. Detuvieron las tímidas medidas liberalizadoras y endurecieron la represión. Su representante era el almirante Carrero Blanco, presidente de gobierno en 1973 (asesinado por ETA meses después). Los aperturistas - jóvenes falangistas de clases medias, demócrata cristianos - veían necesario que el régimen evolucionara gradualmente creando asociaciones políticas dentro del Movimiento.



Respecto a las relaciones exteriores, los tecnócratas solicitaron en 1962 el ingreso de España en la Comunidad Económica Europea, pero no lo lograron porque el régimen no era democrático, sino dictatorial. Pero consiguieron la firma de un Acuerdo Preferencial en 1970, con privilegios comerciales. Se concedió en 1968 la independencia a Guinea Ecuatorial. Se cedió a Marruecos, independiente desde 1956, el territorio de Ifni (1969) y, tras la Marcha Verde organizada en 1975 por Hassan II aprovechando la enfermedad de Franco, se repartió el Sahara español entre Marruecos y Mauritania, en el Acuerdo de Madrid, sin tener en cuenta al pueblo saharaui. Por último, el intento de recuperación de Gibraltar terminó en fracaso y el régimen ordenó en 1969 el cierre total de la frontera (no se volvió a abrir hasta 1982)




 La oposición al régimen. En los años sesenta y setenta la oposición al franquismo se fortaleció, organizándose en distintos frentes:
· Oposición obrera: aumentaron las huelgas laborales, con peticiones de tipo político. Los sindicatos tradicionales (UGT y CNT) tenían escasa militancia frente a las Comisiones Obreras, creadas por Marcelino Camacho, relacionadas con el PCE.
· Movimiento estudiantil: las protestas de estudiantes universitarios fueron en aumento exigiendo libertades democráticas. La más importante tuvo lugar en 1965; en Madrid fueron expulsados de sus cátedras los profesores Aranguren, Tierno Galván y García Calvo.
· Un sector de la Iglesia, tras el Concilio Vaticano II, se fue distanciando del régimen con los nuevos aires de tolerancia y libertad. Destacó el cardenal Enrique y Tarancón, presidente de la Conferencia Episcopal desde 1971. Muchos sacerdotes (clero vasco, curas obreros) y asociaciones católicas (como la HOAC) militaron en la oposición, especialmente en el PCE.
· La UMD (Unión Militar Democrática) creada por 80 oficiales del ejército en 1974.
· La oposición de partidos políticos ilegales: el de mayor implantación social en el interior del país era el Partido Comunista de España (PCE), dirigido por Santiago Carrillo, partidario del eurocomunismo que defendía la necesidad de la reconciliación nacional y la democracia. El Partido Socialista Obrero Español (PSOE), muy minoritario, renovó su dirección en el Congreso de Suresnes (Francia) en 1974, con líderes del interior del país como Felipe González, secretario general. Había partidos socialistas al margen del PSOE como el PSP de Tierno Galván. En la extrema izquierda surgieron partidos como el PCE-ML, PTE, la ORC, o terrorista como el FRAP (Frente Revolucionario Antifascista y Patriota). Los partidos nacionalistas históricos, como Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) y el Partido Nacionalista Vasco (PNV) se revitalizaron y aparecieron dos nuevos: Euskadi ta Askatasuna (Euskadi y Libertad, ETA, que surgió de una escisión del PNV en 1959 que actuó como banda armada desde 1967; su atentado más famoso fue el asesinato de Carrero Blanco, presidente del Gobierno el 20 diciembre de 1973. Y Convergencia Democrática de Cataluña (CDC) nacida en 1974, de centro, dirigida por Jordi Pujol. El carlismo evolucionó hacia el socialismo autogestionario. La Democracia Cristiana reunía a diversos partidos de centro, minoritarios socialmente, con líderes de prestigio, como Gil Robles, más moderado, y Joaquín Ruiz Jiménez, fundador de la revista Cuadernos para el diálogo, muy crítica con el régimen. Participaron en 1962 en el famoso Contubernio de Munich, con otros opositores moderados y demócratas tanto del interior como del exilio.
· En los años finales del franquismo, surgieron alianzas políticas entre los partidos de la oposición. La primera fue la Asamblea de Cataluña, en 1971, que englobaba toda la oposición catalana. En 1974 por iniciativa del Partido Comunista se constituyó en París la Junta Democrática de España, que integraba a numerosos partidos de izquierda e incluso personalidades de la derecha democrática, con un programa común de ruptura democrática para salir de la dictadura. El PSOE por su parte creó en 1975 la Plataforma de Convergencia Democrática, junto con la Democracia Cristiana, con un programa muy parecido. Al final, ambos organismos se fundirían en Coordinación Democrática en 1976, ya muerto el dictador ( 20 de noviembre de 1975).


martes, 24 de abril de 2012

EL FRANQUISMO SE DIVIDE EN DOS UNIDADES. AHI VA LA PRIMERA


" DE LA AUTARQUÍA A LA APERTURA ECONÓMICA: 1939- 1959."

La victoria en la Guerra Civil y la cruel represión, permitieron a Franco el  establecimiento de una dictadura de casi cuatro décadas de vigencia. Precisamente, la larga duración del sistema hace muy difícil una definición única de tan amplio período. Juan Pablo Fusi opina, que el rasgo más característico es que se confunde la historia delrégimen con la del dictador. Dictador que por cierto, tuvo una visión mesiánica de su 
misión, de la que sólo debía responder ante Dios y la Historia. De hecho, hasta sumuerte en 1975, Francisco Franco siguió siendo, como lo proclamaban sus monedas,“de España por la Gracia de Dios”.


Franco era un soldado de pocas y maniqueas ideas. Para él, los súbditos bien gobernados obedecen y si no lo hacen, deben sufrir las consecuencias. Rechazaba la herencia liberal del XIX, pues fueron los políticos los que hundieron a España en Cuba en 1898 y los que la colocaron al borde del abismo en 1936, como se aprecia en la película de la que fue guionista “Raza”.

Aunque pretendía ser un líder carismático, notenía la personalidad de un Hitler ni de un Mussolini, pues su pomposa y ridícula retórica se transmitía con una voz chillona. Nunca permitió que se olvidara la guerra civil, impidiendo cualquier reconciliación, además, siempre se vio acechado por la paranoia de que la España mártir, estaba rodeada por una conspiración de comunistas, judíos y masones, la anti-España.

La situación económica de España al terminar la Guerra civil (1936-39) era desastrosa. Las consecuencias de la Guerra fueron muy negativas desde el punto de vista demográfico por las pérdidas humanas ( más de 500.000 muertos y unos 300.000 exiliados), lo que supuso una disminución notable de la población activa, especialmente la de trabajadores especializados.. También se habían visto destruidas por los bombardeos muchos edificios y la red de transporte, pero los daños materiales no habían sido muy graves en las instalaciones industriales y agrarias.
Las destrucciones materiales se vieron agravadas por la equivocada politica económica de las autoridades franquistas. Siguiendo modelos de los regímenes totalitarios (fascismo y nazismo), afines ideológicamente, y debido al aislamiento internacional. Este aislamiento internacional de España en 1945, al finalizar la guerra mundial, era debido a las estrechas conexiones del régimen con los totalitarismos vencidos ( Italia y Alemania ) que le habían ayudado en la Guerra Civil. Hecho confirmado con los acuerdos de Yalta (1945) y reafirmado en la conferencia Fundacional de la ONU (San Francisco, 1945) donde las potencias vencedoras deciden el boicot a Franco, impidiéndole su integración en la organización. 

De esta forma se inicia la autarquía económica .Se trataba de una politica que pretendía que el país fuera autosuficiente económicamente, sin necesidad de depender del exterior a fin de mantener una hipotética independencia nacional respecto a paises extranjeros.
Esta politica autárquica se caracterizaba por una fuerte intervención del Estado en la vida económica, que controlaba la producción, el consumo, los precios, los salarios, el comercio y la inversión mediante leyes. Por ello se reglamentó el comercio con el exterior, se redujeron las importaciones al mínimo imprescindible; que a su vez se basaban en cereales, materias primas, como el algodón y el caucho, peetróleo y maquinaria. Las exportaciones se reducían a cítricos y wolframio, durante la guerra mundial, pero suponían importantes divisas. Se limitaron las inversiones extranjeras al 25% del capital de las empresas y se favoreció con subvenciones y ventajas fiscales a las industrias españolas a fin de que aprovisionaran el mercado con productos exclusivamente nacionales.
En agricultura el gobierno organizó la producción y distribución de cereales, creando el Servicio Nacional del Trigo, que establecía cupos de producción y fijaba los precios arbitrariamente. Pero la producción era insuficiente ( los rendimientos agrícolas eran inferiores a los de los años treinta). El gobierno culpó de la situación a las destrucciones de la guerra y a la "pertinaz sequía", pero más bien se debía a la incapacidad del propio régimen de producir maquinaria y abonos y a su pésima gestión burocrática. Por otra parte, la situación de los campesinos seguía siendo mala, ya que el franquismo paralizó las medidas de reforma agraria iniciadas durante la Segunda República.

Para asegurar el aprovisionamiento de los productos de primera necesidad a toda la población y evitar el hambre, el gobierno impuso el racionamiento de los mismos, a través de cartillas individuales.

El racionamiento fue impuesto en 1939 como una medida temporal, pero duró hasta 1952. Se establecieron cartillas familiares, más tarde sustituídas por individuales, mediante las que el gobierno fijaba la cantidad de alimentos que se podían comer a la semana. Por ejemplo: 100 g de carne los hombres, el 80% de esta ración las mujeres y los mayores de 60 años, y un 50% los menores de 15 años. Los productores estaban obligados a vender a precio fijo la totalidad de la producción al Estado, que a su vez vendía a los consumidores a un precio tasado. Pero el racionamiento y los precios fijos dieron lugar a la aparición del mercado negro o estraperlo, al margen de la ley, que acaparaba los productos ya que sus precios eran muy superiores a los oficiales ( el doble o el triple). El Estado franquista nacionalizó los ferrocarriles españoles en 1941 con RENFE. El mismo año creó el Instituto Nacional de Industria (INI) para impulsar la rápida industrialización del país, debido a la insuficiencia del capital privado. El INI era un holding estatal impulsado por el ingeniero José Antonio Suances, amigo personal de Franco, siguiendo el modelo del IRI de Mussolini. Se crearon numerosas empresas públicas en sectores estratégicos como el energético ( ENDESA, REPESA), siderurgia (ENSIDESA), construcción naval (BAZÁN, Astilleros de Cádiz), transporte (PEGASO, SEAT, CASA, ENASA), refinerías (Puertollano), comunicaciones (IBERIA, AVIACO) y otras muchas industrias químicas, farmaceúticas, de metal, etc. Estas empresas recibían una constante ayuda estatal, lo que generó enorme gasto público.
Sin embargo, la economía estaba estancada. La producción industrial era inferior a los niveles de 1935. Los productos eran además poco competitivos y de mala calidad, debido a escasez de capitales y tecnología. El INI cubría las deficiencias del sector industrial, haciéndose cargo de negocios poco rentables. Se desaprovechó con esta política autárquica e intervencionista la favorable coyuntura económica que vivía Europa tras la Segunda Guerra Mundial.
Debido a que los impuestos directos eran inexistentes y a la falta de divisas, el Estado financiaba este enorme gasto público con la emisión de Deuda Pública, adquirida por los bancos de forma obligatoria, lo que originó una inflación o subida de precios.
Pero mientras los precios no dejaban de subir, los salarios permanecieron muy bajos, debido a la represión del movimiento obrero por el régimen, lo que originó una renta per cápita muy débil, inferior a la de los años treinta, y mal distribuida.
La politica autárquica del régimen fue un rotundo fracaso: no satisfacía las necesidades básicas de la población, derrochaba recursos y sólo beneficiaba a una minoría ( latifundistas, alta burguesía industrial y financiera) que amasaba enormes fortunas a costa de la miseria y el hambre de la mayoría durante estos años de posguerra.

En referéndum de 1947 se aprueba la Ley de Sucesión de Jefatura del Estado. esta crea el Consejo de Regencia y el Reino y define a España como un reino sin rey, ya que considera a Franco Jefe del Estado hasta su incapacidad o fallecimiento.
En ese mismo año la situación internacional cambió al salir España de su aislamiento gracias al acercamiento con Estados Unidos. En 1953 se firman acuerdos con este país, que va a conceder ayuda económica, créditos y armamento. En ese año,Estados Unidos se acercó a España como aliada en la "guerra fria" frente a la Unión Soviética. El franquismo se presentaba como feroz anticomunista. Poco a poco se rompió el aislamiento del régimen, y España se fue incorporando a los organismos internacionales. En 1953 se firman acuerdos que permiten la instalación de bases americanas en España a cambio de ayudas económicas y de armamento, reafirmada colaboración con la visita a España en el año 1959 del presidente norteamericano Eisenhower.

Además un nuevo responsable en asuntos exteriores Castiella, prosigue el acercamiento con el bloque capitalista, esencialmente con la comunidad económica Europea, que le niega la entrada pero no tratos comerciales.
Esta circunstancia, junto al agotamiento de la autarquía y al descontento social (huelgas en Cataluña, Madrid, Asturias y Pais Vasco,) impulsan en los años cincuenta una cierta liberalización económica, con el fin del racionamiento, control de la inflación y tímidas reformas en la agricultura (Concentración Parcelaria, de 1952).
Pero la economía seguía estancada y las protestas sociales arreciaban contra la subida del coste de la vida. Por eso Franco aceptó un cambio en la política económica impulsado por los tecnócratas, ligados al Opus Dei, como Ullastres y Navarro Rubio que condujo al Plan de Estabilización de 1959 que liberalizó la economía para atraer capital extranjero, devaluando la peseta. Se da paso asi al desarrollo económico de los años sesenta.


domingo, 8 de abril de 2012

1937, LA OFENSIVA NACIONAL.

Coincidiendo con la batalla de Madrid, tienen lugar distintas operaciones como la toma de Málaga. En la primavera de 1937, los regimientos al mando de Mola (que moriría poco más tarde) ocupan Vizcaya, operación en la que se inserta el trágico bombardeo de la Legión Cóndor germana sobre Guernica. Ya en verano, los "nacionales" se apoderarán de Cantabria y Asturias, con lo que el frente del Norte desaparece. En un intento por evitar esto, los republicanos lanzaron ofensivas de distracción en las batallas de Brunete y Belchite, operaciones que no supusieron un avance importante.
1937 es un año muy difícil para la República, sobre todo por los enfrentamientos
intestinos. Los comunistas ganan peso gracias al apoyo de la URSS y tratan de
imponerse, incluso con métodos violentos, a los anarquistas. Estas luchas internas provocan la dimisión de Largo Caballero y su sustitución por el también socialista doctor Negrín, muy próximo a los comunistas. El panorama económico se ennegrece por momentos, desciende la productividad, suben los precios, la escasez provoca el racionamiento y no se consiguen nuevos aliados. Solamente la intelectualidad internacional apoya la causa republicana, celebrándose en Valencia un Congreso Internacional de Escritores, donde participan figuras como el premio Nóbel mexicano Octavio Paz.

En la zona fascista, por el Decreto de Unificación, Falange Española y los Requetés se fusionaban bajo la jefatura absoluta del Generalísimo, en Falange Española Tradicionalista y de las JONS. Así se constituía el partido único, llamado más adelante Movimiento Nacional, que imitaba formaciones similares de los regímenes totalitarios europeos. Además su causa va ganando apoyos, pues la Iglesia la considera una Cruzada por la religión y contra el ateísmo y el gobierno británico admite a su embajador, el duque de Alba, presionado por Berlín y Roma.

1938, EL FRACASO DE LA RESISTENCIA GUBERNAMENTAL.

En 1938 las tropas de Franco realizan un espectacular avance, que comienza con la recuperación de Teruel y continúa adentrándose en Cataluña y Levante. El
desmoronamiento de las tropas fieles a la República permite, primero, la toma de Lérida y el 15 de abril la llegada a Vinaroz (Castellón) en el valle del Ebro, que dejaba dividida en dos a la España republicana. Tras esto ocupa Castellón, pero es frenado en la batalla de Valencia, que opone una resistencia similar a la que había ofrecido Madrid, coordinada también por el general Miaja. Rojo prepara una operación para socorrer a los valencianos, la batalla del Ebro, el llamado “Verdún español”, entre junio y noviembre. Será el episodio más sangriento de la Guerra Civil, lo que obliga a Franco a concentrar sus efectivos en esta zona.
Tras abandonar el gobierno un líder socialista carismático como era Indalecio Prieto, Negrín se ve obligado a incluir de nuevo en el gabinete a los anarcosindicalistas.
Además intenta negociar la ansiada paz con los célebres “Trece Puntos de Negrín”, algo rechazado por Franco. Ese espíritu también era compartido por el presidente Azaña, que pronuncia el discurso de “Paz, Piedad y Perdón”. Por si fuera poco, problemas como el racionamiento, la inflación y la escasez no hacían más que crecer. Además, la situación internacional evoluciona en contra de los intereses republicanos, pues las democracias cedían ante Hitler en los Acuerdos de Munich su ocupación de Checoslovaquia y Francia cerraba sus fronteras.
En el bando franquista, el caudillo refuerza su autoritarismo con leyes de la
administración y otras como el Fuero del Trabajo, donde imitando a Mussolini creaba un corporativismo materializado en el sindicato único vertical. A su vez, se instala la censura y se derogan leyes republicanas como las de Confesiones y Congregaciones Religiosas, Matrimonio Civil, Divorcio o el Estatuto Catalán. La concesión de nuevos privilegios a la Iglesia le vale el reconocimiento del Vaticano y aunque la situación económica es mala, los Acuerdos de Munich consolidan a los rebeldes.

1939, EL FIN DE LA GUERRA.

Tras el fracaso de la ofensiva de Rojo en el Ebro, la República llega a una situación comprometida, pues a las críticas a la política de resistencia y a los problemas económicos, se añade la carencia de armamento y la desfavorable situación internacional. El ataque de los "nacionales" sobre Cataluña se inicia a finales de 1938.
Tras caer Tarragona, el objetivo es Barcelona, conquistada sin apenas lucha en enero. El ejército republicano se retira, pasando la mayoría a suelo francés, al igual que interminables caravanas de población civil, que es ametrallada desde los aviones franquistas. A mediados de febrero, toda Cataluña estaba ocupada, poco después de que Menorca también se rindiera.
Negrín prosiguió su política de resistencia a ultranza con la esperanza de un pronto estallido del conflicto europeo, pero numerosas autoridades republicanas abandonan y se exilian. En la noche del 5 al 6 de marzo se produce en Madrid un golpe de Estado por parte de los partidarios de negociar una paz honrosa, comandado por el coronel Casado, al que respaldan Miaja, los socialistas de Besteiro y los anarcosindicalistas de Cipriano Mera. Mientras Negrín y sus ministros parten al exilio, toma el poder un Consejo
Nacional de Defensa que consolida su situación en Madrid gracias a las represalias contra los comunistas. Con un Estado republicano descompuesto, Franco espera su hundimiento sin iniciar nuevas hostilidades. Finalmente, el Consejo aceptará la rendición en marzo, a cambio de un trato justo y humano a los vencidos, algo nunca
cumplido por los rebeldes. Tras esto se rompen los últimos frentes de Andalucía, La Mancha y Levante. El 1 de abril, ocupada toda la zona centro, el Generalísimo firma en Burgos el último parte de guerra. "En el día de hoy desarmado y cautivo el Ejército Rojo, han alcanzado las tropas nacionales sus últimos objetivos militares. Españoles, la guerra ha terminado".


CONCLUSIÓN.

Ahogada en sangre terminaba la experiencia de profunda renovación política, social, económica y cultural que supuso la II República. Tuvo la desdicha de que una serie de factores históricos generales coadyuvaran a su brevedad, especialmente la depresión económica de 1929, cuyos efectos se hicieron especialmente sensibles en España (en vísperas de la guerra llegaba a los 700.000 parados). Esto favoreció el crecimiento sindical, tanto de la UGT como de la CNT, que se acercaron al millón de afiliados reclamando transformaciones socioeconómicas y en el caso de los anarquistas, hostigando al régimen republicano continuamente. El trágico desenlace de la II República se explica también por la coyuntura política internacional, marcada por la agresividad de unas potencias totalitarias que apoyando a los derechistas españoles,
protagonizaron en España uno de los virajes hacia la II Guerra Mundial de los que hablara Jesús Pabón. Y eso a pesar de la propuesta anglo-francesa del Comité de No Intervención, según la cual las potencias europeas se mantenían al margen del avispero español.
La sociedad se polarizaba en torno a las doctrinas fascistas y católicas unos, y las obreras, con sus vertientes anarquista y marxista otros, lo que conducía a una tercera España en opinión de Enrique Moradiellos, la que se encontraba entre ambas tendencias, a aquel cruel clímax. Y es que la intolerancia desembocaría en una guerra cruel, cuyas heridas aún no han sido totalmente curadas. La guerra comportaría miseria y muerte para miles de personas de uno y otro bando ocasionada tanto por bajas directas en el combate como por las consecuencias de paralización del funcionamiento normal de un pais. Entre estos factores hemos de hablar de la falta de productos de primera necesidad como el pan , el trigo, la carne y el carbón, que conllevaría el racionamiento y desembocaría en factores de riesgo para la salud como la desnutrición. Tenemos que hablar también de la reducción de la producción industrial, tanto por la movilización militarista masculina como por la primacía de desarrollo de la producción de armamento y avituallamiento militar. No podemos olvidarnos de las perdidas materiales e infraestruccturaes que ocasionaron las escuadras aéreas, testimonio gráfico recogido en el Guernica de Picasso.
Para finalizar hablaremos de las tristes cifras de fallecidos. Para hacernos una idea,
el franquista Salas Larrazábal calcula unos 50.000 ejecutados en cada bando, mientras que Gabriel Jackson estima unas 150.000 personas ejecutadas sólo por los rebeldes, incluyendo la posterior represión. Hugh Thomas y el mismo Jackson, para el conjunto oscilan entre los 550.000 y 600.000 muertos. En total, Pérez Ledesma, considera que el país perdió un millón de personas, entre muertos, cautivos y quienes debieron probar el amargo pan del exilio. Además España quedó arruinada, cayó el nivel de vida, se suprimieron las más importantes reformas sociales republicanas y se implantó la
dictadura. En el plano internacional, la guerra civil supuso un ensayo de lo que sería la
II Guerra Mundial y una demostración de fuerza por parte de los fascistas. A los
vencidos se les persiguió con leyes como la de Responsabilidades Políticas,
encarcelamientos masivos, ejecuciones, campos de trabajos forzados, se rapiñaron sus bienes, se les expulsó de cualquier trabajo público… Como plasmó Fernando Fernán Gómez en “Las bicicletas son para el verano”, tras la guerra no vino la paz, sino la victoria.