viernes, 9 de marzo de 2012

LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA (1936-1939)



LOS ACONTECIMIENTOS DE 1936.

Las conspiraciones habían comenzado desde hacía tiempo, pues ya en 1932 se frustró el golpe de Sanjurjo. Pero tras la victoria electoral del Frente Popular, un grupo de militares encabezado por Mola tramaba un pronunciamiento simultáneo en las principales ciudades españolas. El asesinato el 13 de julio, del líder derechista Calvo Sotelo, como represalia por la muerte del guardia de asalto José del Castillo, precipitó la
conspiración para el de julio. El pronunciamiento militar se adelantó un día en Melilla y en los días siguientes se levantan numerosas guarniciones en distintos lugares, a las que se irán añadiendo contingentes civiles de falangistas, tradicionalistas, monárquicos y cedistas, que ansiaban erradicar las reformas modernizadoras republicanas.
Tras la muerte del veterano Sanjurjo en accidente aéreo, cuando partía de Lisboa y al estar el grueso del ejército en África, con las unidades más experimentadas (regulares y legionarios), Franco, que se encontraba en Canarias, se convertirá en el líder de facto de la revuelta. El alzamiento triunfa rápidamente en la mitad norte, exceptuando la cornisa cantábrica y Cataluña, Baleares, excepto Menorca, Canarias, el protectorado marroquí, el norte de Extremadura y las ciudades andaluzas de Cádiz, Sevilla, Córdoba y Granada.
En el resto fracasa, tomando las armas el pueblo en ciudades como Barcelona y Madrid, donde sorprendentemente son capaces de vencer a los militares facciosos (toma del cuartel de la Montaña). A finales de julio, quedaban definidas una zona leal a la República y otra rebelde, llamada a sí misma "nacional".

En los primeros meses de la guerra se advierte un movimiento generalizado de columnas. Formadas por militares, voluntarios y miembros de las fuerzas de orden público (Guardia Civil, Guardia de Asalto, Carabineros), en la España republicana salen varias ocupando los alrededores de Madrid, otras que con Miaja al frente llegan a las cercanías de Córdoba y otras, con fuerte presencia anarquista, que desde Cataluña se adentran en Aragón. Mucho mejor organizadas, dado su componente prioritariamente
militar, están las columnas nacionales, como las que Mola ordena encaminarse hacia Madrid, que serán detenidas en Somosierra y Guadarrama. También en estos meses, sin que la escuadra republicana pueda impedirlo y gracias al decidido apoyo de escuadrones de aviación alemanes y buques de guerra italianos, pasan el estrecho las tropas de Marruecos. Unidas a los efectivos mandados por Varela y Queipo de Llano, serán responsables directas de la ocupación de la mayor parte de Andalucía occidental. Y mandadas por Yagüe, avanzarán hacia Badajoz provocando terribles matanzas de repercusión internacional, como las que se vivieron en la capital pacense. En el norte del país, las tropas de Navarra aíslan al País Vasco, mientras que desde Galicia se inicia la marcha sobre Asturias, que había permanecido fiel al legítimo gobierno.
Tras estos movimientos, los rebeldes se dirigen hacia Madrid, pero la orden de Franco de liberar anteriormente a los amotinados en el alcázar de Toledo, permitió que Miaja diseñara una tenaz resistencia en torno a la capital. De este modo, los franquistas lograban una simbólica victoria muy difundida por su propaganda, pero a cambio, perdían la oportunidad de llegar a un Madrid mal guarnecido. Con el gobierno en dirección a Valencia, el recién creado Ejército Popular, los primeros brigadistas internacionales y los aviones de procedencia soviética, que se oponen a los germanos de la Legión Cóndor, detienen a los insurrectos en las batallas de la Ciudad Universitaria, carretera de La Coruña, Jarama y Guadalajara.
Aunque el bando gubernamental disponía de recursos financieros y las principales regiones mineras e industriales, además de incluir las ciudades más pobladas y las reservas de oro del Banco de España, estas se desaprovecharán. Los gobiernos son muy inestables, dimitiendo tras el alzamiento Casares Quiroga, que es sustituido por Giral. El pueblo en armas, dirigido por las organizaciones obreras, se convierte en el amo de la
situación. La disciplina escasea, sobre todo por parte de los anarquistas, que crean organismos que actúan de modo autónomo, como el Comité de Milicias Antifascistas de Cataluña, donde tuvo gran protagonismo Buenaventura Durruti o el Consejo de Aragón.

Esto lleva a Largo Caballero a presidir un gobierno de concentración, donde llegaron a participar, algo totalmente nuevo, los anarquistas, perteneciendo a esta tendencia la primera ministra de nuestra historia democrática, Federica Montseny. El gobierno de concentración de Largo Caballero reorganizó el Estado y la economía, dio la autonomía al País Vasco, dirigido por el lehendakari José Antonio Aguirre (PNV) e instauró un máseficaz Ejército Regular Popular.
En cuanto a la ayuda internacional, la República pudo comprar material bélico a Francia, México y la URSS. Además, de la URSS recibió militares cualificados para organizar sus tropas. Para financiar esto, el gobierno hubo de hacer uso de exportaciones agrícolas y minerales, así como de los fondos en oro del Banco de
España. Papel muy importante en la Guerra desempeñaron las Brigadas Internacionales, unos 40.000 voluntarios antifascistas reclutados en todo el mundo, con personalidades como Tito, Luigi Longo o Pietro Nenni. Fuera de las Brigadas Internacionales, la República también recibió apoyos, como los de los intelectuales André Malraux en una escuadra de aviación o Ernest Hemingway, como corresponsal de guerra.
En la zona sublevada, en un ambiente de terror, se constituye un eficaz poder central en manos militares. Es la Junta de Defensa Nacional, con sede en Burgos y presidida por el general de mayor antigüedad, Cabanellas. Éstos dirigen una enérgica represión, suprimiendo todos los partidos y anulando las reformas republicanas. El 30 de septiembre la Junta de Defensa nombra a Francisco Franco, Jefe de Gobierno del Estado español y generalísimo de las Fuerzas Nacionales. Sin duda, sus fuerzas fueron mayores a las republicanas en número y preparación, al provenir en su mayor parte del ejército profesional.
En cuanto a la ayuda internacional, ésta vino básicamente de los fascistas alemanes e italianos, que les proporcionaron créditos y efectivos humanos (80.000 italianos en el Corpo di Truppe Volontaire y 20.000 alemanes de la Legión Cóndor). Más simbólicas fueron las ayudas de empresas capitalistas como la Texaco Oil Company o pequeñas tropas voluntarias como la legión de San Patricio irlandesa y los “viriatos” portugueses.

jueves, 1 de marzo de 2012

EL FRENTE POPULAR (1936)

Las elecciones de febrero de 1936, dieron la victoria a este amplio Frente Popular, conformado por una coalición electoral basada en un programa común que defendía la concesión de una amnistía para la excarcelación de los encarcelados por la revolución de 1934.

Como explica el historiador Payne, su programa era socialdemócrata reformista, un intento de frenar el fascismo y la radicalización social. Aunque la CEDA seguirá siendo el segundo partido más votado con un 46,5 % de los votos, la composición de la nueva Cámara muestra una amplia mayoría del Frente Popular, sustentada en el PSOE, Izquierda Republicana, Esquerra Republicana y el Partido Comunista con un total del 48 % de los votos. El antes gobernante Partido Radical de Lerroux sehunde con 5 diputados, ante el desprestigio de su líder.

Sin embargo, las alianzas se dibujan difíciles entre los propios vencedores, así que Azaña forma un gabinete con su partido Izquierda Republicana en solitario, en el que lesucede Casares Quiroga, al acceder don Manuel a la Presidencia de la República en Mayo, sustituyendo a Alcalá Zamora. La aplicación inicial del programa electoral conlleva rehacer lo deshecho en los años anteriores, el Estatuto de Autonomía de Cataluña y el inicio de  los de Galicia y País Vasco. También se reanudó el proceso reformista de 1933 y un proyecto para la devolución de los bienes comunales a los municipios y la reanudación de los asentamientos de campesinos. No obstante los partidos de izquierdas se lanzaron a una movilización popular y se dividieron en diferentes facciones (Anarquistas, Largo Caballero se acerca al PCE)  en el campo, los jornaleros se adelantaban a la legislación  y ocupaban las tierras, especialmente en Extremadura y Andalucía. 
Todas estas acciones fueron recibidas por la derecha con absoluto rechazo, recalcando la acción de evasión de capitales de los empresarios y la carga de la Iglesia contra el sistema republicano.Las acciones violentas de los falangistas provocan su ilegalización y el encarcelamiento de José Antonio Primo de Rivera. Proliferan los incendios y asaltos de edificios religiosos, las huelgas y manifestaciones violentas en las ciudades más importantes, las ocupaciones ilegales de fincas y los enfrentamientos sangrientos entre las JSU y los
falangistas. Si el 12 de julio es asesinado un teniente de la Guardia de Asalto de militancia socialista, José del Castillo, miembros de su mismo cuerpo se vengan el día siguiente, eliminando al líder de la derecha Calvo Sotelo. Con estos sucesos se acelera la conspiración instigada en el seno del ejército. 

Las conspiraciones habían comenzado desde hacía tiempo, pues ya en 1932 se frustró el golpe de Sanjurjo. Pero tras la victoria electoral del Frente Popular, un grupo demilitares encabezado por Mola tramaba un pronunciamiento simultáneo en la sprincipales ciudades españolas. El asesinato el 14 de julio, del líder derechista Calvo Sotelo, como represalia por la muerte del guardia de asalto José del Castillo, precipitó la
conspiración para el  levantamiento de julio. El pronunciamiento militar se inició en Marruecos el 17 de Julio levantándose numerosas guarniciones en distintos lugares, a las que se irán añadiendo contingentes civiles de falangistas, tradicionalistas, monárquicos y cedistas, que ansiaban erradicar las reformas modernizadoras republicanas.